Las dos caras de un Bowie Portense

Tributo a David Bowie, 31 de marzo de 2016, Hard Club, Oporto
Electric Blue, Jorge Curval, The Breathers, Jorge Vadio, insch, AMF - António Mão de Ferro, Slimmy, Phalik Johnson & The P Magnets, Guilherme Órfão e DJ Toze Ferreira Lopes


31 de marzo de 2016, en la ciudad costera de Oporto, Portugal, entré en un hangar rojo, ostentoso, patrimonio arquitectónico de la humanidad,  importante información para lo que seguiría. Allí se produjeron una serie de conciertos,  con diecinueve bandas entre jóvenes inexpertos y veteranos, con el objetivo de hacer un memorial al camaleón del rock, David Bowie.

Las dos primeras bandas fueron muy lucrativas para los productores del evento, pues las botellas que vendían en el bar eran mucho más interesantes que los nuevos arreglos indie rock de "Under Pressure" y “Jean Genie”. 

Entre los cambios grupo y grupo, que parecerían durar una eternidad, si no hubiera sido por la buena selección en la discografía de Bowie que hacía el  Dj Toze Ferreira Lopes, el presentador pedía a la gente que subiese al escenario para hablar de sus experiencias con las canciones del británico. Muy interesante, pues jóvenes y mayores compartían historias y pasiones similares.



Cada banda tocaba dos o tres canciones, y todas cambiaban tanto el arreglo original, como las proyecciones visuales de Bowie que acompañaron el concierto. Después de las dos decepciones, la noche dio un giro, ya que todos los grupos siguientes mostraron trabajos emotivos, enérgicos y memorables. La banda Insch presentó un Bowie versión grunge a punto de insertar la melodía de “ooHHS” de “Jeremy” de Pearl Jam en su arreglo de “Little Wonder” de una manera sorprendentemente plausible.

Pero, las tres performances que causaran más impacto vendrían de los músicos más experimentados, y ciertamente, famosos de las tierras del fado. Jorge Vadio fue el responsable del momento emotivo da noche. Habló de su encuentro con el ex teclista de Bowie, Mike Garson, y así una conexión de streaming fue anunciada. Sin embargo, debido a la mala recepción de la red, cuando Garson comenzó a tocar, el video desapareció. Las personas en este momento se encontraban extasiadas, encantadas, y incluso algunas lloraban con “Life on Mars”, “Space Oddity” y “Where are we now”.
Después, entró el famoso José Cid del que todos a mi alrededor hablaban. Una sonoridad más danzante, como de rockabilly moderno puso a todos a bailar con su arreglo para “Let´s dance”, del álbum de mismo nombre de Bowie. 


El cantante del A.M.F. hizo una performance digna de reflexión en torno al renacer de la obra de un artista a través de sus seguidores, al entrar con los ojos cubiertos a cantar la música emulando al própio Bowie en su ya célebre, “Lazarus”.  El punto que faltaba para cerrar esta noche de dos caras,  una mujer con una peluca de Bowie en su etapa de los ochenta,  saltó al escenario sin autorización y comenzó a bailar al estilo de Ziggy Stardust. Junto a ella, los mejores músicos, finalizaron el tributo tocando  "Heroes" y "All the Young Dudes".



Sin duda, este concierto reflejó la influencia de David Bowie en muchas generaciones, sobre todo en diferentes géneros musicales, algo reservado a pocos en la historia de la música. Toda la recaudación del concierto fue destinada a la liga de lucha contra el cáncer de Portugal, enfermedad que privó al mundo de uno de los músicos más influyentes de estos dos últimos siglos.  

NP

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