El mundo de la lírica siempre ha generado un considerable derrame de tinta, desde el mismo momento en que la ópera cobra vigor en el panorama cultural de la sociedad europea.
Seguro que habréis oído algo sobre el escándalo provocado por la "no aparición" en escena de la soprano Angela Gheorghiu en la Tosca que se representó el 16 de abril de este año en la Ópera de Viena. Este acontecimiento ha generado diversas teorías sobre cuáles fueron los motivos de que no apareciese a tiempo junto a su amado compañero de proezas, el tenor Jonas Kaufmann. Tampoco es que la representación empezase con buen pie, ya que tuvo que ser sustituido a última hora el director musical Mikko Frank por encontrarse indispuesto, pasando a ocupar el pódium Jesús LópezCobos. El único que pareció salvarse de ser víctima del "mal fario" que rodeaba a esta Tosca, fue el bajo-barítono Bryn Terfel.
Pero si queréis ver exactamente lo sucedido podéis consultarlo en Beckmesser, una de las páginas donde encontrar entradas del estilo a la que dedican a esta Tosca accidentada de la Ópera de Viena, con enlaces a vídeos para ver el momento exacto del percance, además de noticias y reportajes sobre el evento. Esta página es muy interesante porque suele recopilar críticas de óperas y conciertos de algunos de los periódicos y revistas más importantes del panorama español.
También es frecuente encontrar escándalos en el mundo de la ópera en torno a puestas en escena arriesgadas que a veces suscitan la ira del público. Así ocurrió en julio del 2015 en la Royal Opera House de Londres, con la polémica puesta en escena, obra de Damiano Michieletto, de la ópera rossiniana Guillermo Tell.
Al pobre director de escena le cayeron por todos lados. Tuvo la lúcida idea de mostrar, de una forma bastante explícita, una escena de violación, con desnudo incluido, en una escena de ballet del tercer acto. En el estreno los abucheos y quejas del público perduraron hasta el final de la representación.
Tal fue el escándalo que se organizó, que se vieron obligados a pedir disculpas públicamente, y como era de esperar, modificar la escena para que estuviese a gusto de una audiencia demasiado decente para ver algo así sobre un escenario.
En la revista digital Opera World, encontraréis una muy buena crítica del evento, además de artículos de opinión, entrevistas y noticias variadas.
Si pudiésemos retroceder en el tiempo y nos quedásemos en febrero de 2010, podríamos haber asistido a todo un acontecimiento en el Teatro Real de Madrid. En la representación de Andrea Chénier, obra del compositor Umberto Giordiano y el libretista Luigi Illica, se formó un escándalo de tremendas dimensiones a causa de la amplificación. Si, señores, amplificación. El público que estaba en la zona de gallinero escuchaba con amplificación la orquesta y las voces.
Se pueden imaginar el revuelo que se generó en la sala, obligando a parar la representación para solucionar los "problemillas técnicos" que estaban teniendo.
Ni asistí a la representación, ni dispongo de una máquina del tiempo para hacerlo, por lo que será mejor que visitéis la entrada publicada en el blog Con voce in l'opera, donde además de esta, podréis acceder a muchas más críticas, reseñas de cantantes y artículos relacionados con la técnica vocal.
Además de las antes citadas, nos gustaría recomendaros algunas páginas similares que os pueden resultar interesantes, como Notas de paso de Miguel, New Music Box y Over Grown Path.
Anna Karenina
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