Sheer Mag: la nueva cara del punk norteamericano

Título: III
Género: Punk-rock / rock 'n' roll
Año: 2016
Discografía: I (2014); II (2015); III (2016)
Formato: EP (extended play)

Punk no es solo un estilo de música, es una actitud, un modo de vida, y Sheer Mag es un gran ejemplo. Amantes de Thin Lizzy -grupo que generaciones recientes reconocerán como los compositores de "Whiskey in the Jar", canción inmortalizada por Metallica en 1998- y con influencias vocales de Meat Loaf, Sheer Mag derrocha riffs setenteros, con guitarras poco distorsionadas y rockeras, que junto a una sección rítmica propia del garaje y la incomparable voz de Christina Halladay, han conseguido hacer un punk-rock más que original, sin dejar nunca de lado el DIY. Hace a penas dos meses que han sacado lo que es ya su tercer EP, III, y esta banda de Philadelphia, Estados Unidos, ha conseguido en menos de un año pasar de las -no escasas- 1000 visitas en sus vídeos compartidos en YouTube, a cerca de las 250.000.





"Can't Stop Fighting" abre el disco. Un tema político cuya letra trata los terribles sucesos que acontecieron entre 2009 y 2010 en Ciudad Juarez, en donde decenas de mujeres, pobres y de clase trabajadora desaparecieron y fueron asesinadas. El gobierno local y federal no hizo nada al respecto, escusándose en las peleas de bandas. Paloma walks home at night from the maquiladora and 8 days later, no one has saw her. canta Christina, retratando a una Paloma que, como la mayoría de las asesinadas, trabajaba en las maquiladoras, una serie de fábricas cuya mano de obra son en su mayor parte mujeres. Pero el estribillo “cant't stop fighting”, que da nombre a la canción, hace que el tema quede lejos de una lamentación o un mero relato anecdótico, si no que es una directa llamada a la acción, al empoderamiento, a la lucha por lo que creemos que es justo, y que se repite hasta el final del tema.

"Worth The Tears" es la segundan pista, con un aire más a rock n' roll que el resto, más lento -pero sin dejar de tener un ritmo bailable- y con un desarrollo melódico de la voz mucho mayor. La letra es un fragmento de una carta, escrita para compartir los sentimientos de una persona enfrentándose a una ruptura sentimental: tell me what is up, cuz lately i've been feelin' not good enough so i wrote you a letter to tell you how i feel.

"Night Isn't Bright", un tema que remite a los días agitados en los que vivimos y en los cuales desde las políticas electoralistas tienden a la “simplificación”, con mensajes populistas y baratos que no traerán consigo ningún cambio. El estribillo, the night isn't bright, the night isn't bright its dark. We'll be gettin' it together or we're tearing ourselves apart, habla por si solo. 

"Nobody's Baby", el cierre de este EP, no hace otra cosa que dejarte con ganas de más y más. Es un tema que parece haber sido catapultado directamente desde las listas de éxitos de los años ochenta para conseguir que una masa de punks momificados baile a ritmo de garaje. El tema además ha sido presentado con un vidoclip DIY [hazlo tú mismo] y con estética ochentera a más no poder, donde no falta construcciones arquitectónicas geométricas y ventiladores moviendo los cabellos de Christina mientras canta, todo ello por supuesto grabado en formato VHS. La guitarras están plagadas de riffs más que tarareables y con un solo de Kyle Seely desbordante de escalas pentatónicas. La voz de Christina narra una violencia emocional dentro del amor, de como no ser reconocida en un espacio público o de no ser tratada como se merece. El estribillo, un rotundo I'm nobodys baby, I'm nobodys girl.


 P.R.

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