El público se rinde ante las Cápitall

Foto: Vadeocio

No es de extrañar que el público de Valladolid apueste por la música en bares y pubs donde haya música en directo. Y es que es un mundo de cantautores en el que cuando te adentras, te quedas con ganas de más.



El pasado viernes 9 de marzo a las 21:30 tuvo lugar un concierto de las famosas Cápitall, en el conocidísimo Desierto Rojo. Son un grupo formado por tres chicas cantautoras vallisoletanas, acompañadas por sus guitarras, llamadas Marta Andrés, Andrea Garcy y Natalia Fustes. Antes de conformar Cápitall, todas ellas llevaban a cabo una carrera en solitario y es por lo que el trío interpretó varias obras de autoría propia y alguna que otra cover. 

Con relación al local, el Desierto Rojo, “un oasis en medio del desierto pucelano”, como así lo definen sus clientes, está situado en pleno centro, junto a la Plaza de la Universidad, en la calle Doncellas. Una buena ubicación porque alrededor se encuentran varios bares como el Kafka donde también ofrecen música en directo. El emblemático bar, posee una decoración única, pues puedes tomarte una copa cerca de la Gioconda, una cerveza al lado de la Venus de Milo o adentrarte en una sala como si del armario de Narnia se tratase. Cuenta con un pequeño rincón como escenario, con una decoración muy africana de leones y cebras. Y ahí es donde nuestras chicas se adentraron en la sabana. 

Otras cuestiones son la sonorización y la iluminación, donde no podemos encontrar queja alguna puesto que todos los equipos son proporcionados por el local y controlados por un técnico de sonido especializado en ello. La iluminación era muy tenue, de colores fríos, rosados y púrpuras que iluminaban el centro del escenario, creando una atmósfera todavía más íntima y envolvente. 

El evento tenía como finalidad dar a conocer al cantautor Luis Carrillo, proveniente de Valencia y es por eso que las Cápitall actuaron en primer lugar como si de “teloneras” se tratasen. El concierto empezó unos quince minutos más tarde de la hora estimada, y es que en estos casos suele haber un tiempo de cortesía de media hora para que el público se meta en ambiente. Durante este tiempo, las chicas saludaron a su público, la gran mayoría amigos o conocidos de ellas, o simplemente pequeños aficionados a su música que las acompañan allá por donde vayan.


Comienza el concierto y el público guarda silencio además de oírse algún que otro “shh”. Las chicas saludan, se presentan como lo hacen habitualmente y dan las gracias a todos por acudir siendo así muy cercanas con el público. Abrieron con la presentación de su primer tema La casa de Inés de Guaraná. Las tres, interpretaron cada una de ellas una estrofa de la canción. Lo más característico del grupo es la realización de los coros que hacen entre ellas, sobre todo el uso constante de las terceras y octavas sobre las voces. En el estribillo se unían las tres. Y no solo ellas tres, sino que animaban al público a que se unieran a ellas. Fue una interpretación brillante y muy alabada por el público. 

En la introducción de la siguiente canción Hasta la raíz, tanto Fustes como Garcy hicieron una pequeña percusión con la guitarra consistente en tapar las cuerdas con la mano izquierda y con la derecha rasguear en la boca un ritmo; mientras, Andrés realizaba el punteo original de la pieza. En esta cover no comprobamos que se saliera de lo normal, pues era totalmente fiel a la original de Natalia Lafourcade. 

Después de estas dos interesantes covers, las Cápitall interpretan una obra propia. La más destacada es la de Natalia Fustes, Ella, puesto que solamente la cantó ella, mientras que en las otras canciones de sus compañeras sí que hubo participación por parte de las tres. Marta Andrés realizaba todo el tiempo un riff mientras que Andrea Garcy realiza percusión con la guitarra. Este motivo no es el más importante, sino que es la temática, nada que ver con lo amoroso de todas las anteriores canciones. Una canción, como bien dijo en el concierto, dedicada a otra amiga suya cantautora. Y la sorpresa fue, que el público se sabía las canciones de las tres chicas. 

Llegó el momento final, con la canción que más las une y las representa desde que comenzaron a tocar juntas, Mama de Patricia Lázaro. Esta canción será la más destacada porque todo el público la sabía. 

En conclusión, en este concierto hemos podido comprobar que han interpretado el mismo repertorio que tocan habitualmente, y es que, si ya tienen unas piezas preparadas para las ocasiones que sean necesarias o para momentos puntuales como fue este concierto en el que presentaban a Luis Carrillo, no vemos ningún inconveniente en que repitan todas las canciones que ya tienen montadas. Las elecciones de las canciones, digamos que fue porque todas poseen un contenido amoroso excepto la de Fustes. En cuanto al público fue muy respetuoso y participativo con las chicas, pues ellas mismas animaban a cantar a los espectadores, y todos sin ningún tapujo lo hicieron, incluso en las canciones que eran propias de las artistas. 

Fue un concierto breve, pero dejándonos con un buen sabor de boca.

EGR

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