El sábado 7 de abril la sala Porta Caeli de Valladolid se llenó de gente con ganas de reír , tomarse unas cervezas algunos valientes ataviados con albornoces y zapatillas de estar por casa, uniforme “oficial” de los cantantes y de sus incondicionales fans .
El
grupo volvió a la ciudad, visita
obligada ya desde hace unos años, e hizo disfrutar como sólo ellos saben, no
sólo con su música sino con sus conversaciones y monólogos entres canciones (
lo que enriquece su actuación y el propósito de un grupo de este perfil).
Presentaron su nuevo disco Noches de bingo, que recoge temas locos y
disparatados como “Vigilante Nocturno de Chopin” o Piolets al viento”.
Tras la primera canción y para crear un ambiente familiar,
pidieron a las primeras filas que nos sentáramos en el suelo, y así pasamos
todo el resto del concierto. El trato con el público siempre ha sido cercano en
sus conciertos, y en esta ocasión, debido al tamaño de la sala esto se
triplicó. Muy acertada la elección del espacio.
Desde el principio hablaron de Valladolid, de su ambiente
rancio y fachoso, llegaron a decir que somos la única ciudad donde seguimos
teniendo banderas de España colgadas en los balcones. El último escándalo
político sobre Cristina Cifuentes (y la casualidad de que el cantante del grupo
local Celtas cortos se apellide igual que ella) fue tema de continuas bromas
durante todo el concierto.
Del sonido no hay mucho que decir ya que los únicos
instrumentos que había (a parte de sus voces) eran una guitarra eléctrica y una
acústica, y punteos y ritmos sin complicación técnica alguna.
Al finalizar (después de casi 2 horas) el concierto y
dispuestos a hacerse la típica foto con el público pidieron que subiera una
mujer del público que representara a la reina Leticia (relacionado con el
altercado que días atrás tuvo con doña Sofía) y les molestara e interrumpiera
la foto, y bueno una servidora siempre tiene que dar el cante en los conciertos.
Quizás nos tienen las mejores voces de España, o su
vestimenta a la hora de actuar no es la más ortodoxa pero sin duda triunfan
allá donde van.
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