Human. :II: Nature. de Nightwish: canciones sobre el hombre y melodías sobre la naturaleza

    "Human. :II: Nature." es el noveno álbum de estudio de la banda finesa de metal sinfónico Nightwish. El disco, siguiendo la tónica desde "Imaginaerum", es conceptual. Este nuevo proyecto es heredero directo del anterior álbum "Endless Forms Most Beautiful", tanto en temática como en producción. La plantilla actual de Nightwish está formada por Tuomas Holopainen (teclista, letrista y compositor principal), Floor Jansen (vocalista principal), Marco Hietala (bajista y vocalista), Emppu Vuorinen (guitarra eléctrica), Troy Donockley (multiinstrumentista y voces) y Kai Hahto (batería). Cabe destacar que es el segundo álbum de estudio con Floor Jansen, Kai Hahto y, como miembro oficial, Troy Donockley. La producción ha sido realizada por Tuomas Holopainen, Tero Kinnunen y Mikko Karmila. El álbum ha sido editado por Nuclear Blast y lanzado en vinilo triple, doble CD y de forma digital. La escucha de este álbum ha sido realizada en formato de vinilo.

Portada del álbum

    Antes de entrar en materia, un poco de contexto. Nightwish es la banda más famosa y emblemática del metal sinfónico, con todo lo que ello conlleva. La formación finlandesa ha tenido hasta la fecha tres vocalistas principales. Tarja Turunen, vocalista original, soprano lírica, y la más querida por los fans; Anette Olzon, segunda vocalista, la cual fue polémica por su técnica vocal distinta a Tarja; y Floor Jansen, cantante de metal con experiencia y que posee un equilibrio entre las dos anteriores vocalistas. El despido de la primera vocalista provocó el rechazo del material posterior de la banda, argumentando que eran álbumes de menor calidad, lo cual, no es verídico (de hecho, un servidor considera que "Imaginaerum" es el mejor álbum de la banda). Puesto esto en materia, el crítico debe distanciarse con precaución del pensamiento popular, que puede llevar a prejuicios ante el material, añadiendo el hecho de que Tuomas Holopainen es el compositor de toda la obra de la banda (aunque Emppu Vuorinen y Marco Hietala hayan colaborado en la composición de algunas piezas).

    Puesto todo en contexto, es hora de hablar del álbum. Lo primero de todo es hablar del concepto tras el álbum. El nuevo trabajo de estudio de la banda explora los temas ya tratados en el anterior álbum de estudio, "Endless Forms Most Beautiful" (2015). El álbum anterior exploraba la teoría de la evolución Darwiniana, participando incluso el biólogo Richard Dawkins recitando algunos textos. En este nuevo disco, la banda explora el papel del ser humano y su dualidad con la naturaleza.

    Una gota, un eco, un sonido distante que, lentamente, se acerca. Los hombres de antaño danzan en la noche al calor del fuego. La danza se rompe. Surge la melodía. Music abre de esta forma tan potente el disco. Music es una evolución constante, del ligero eco de los seres que habitan los bosques hasta convertirse en una canción típica de Nightwish. Desde Music nos transportamos hasta Noise, pieza que funcionó como sencillo de la banda. Estamos aquí ante la canción más típica del disco, un tema que funciona muy bien como gancho, tiene potencia, pero que no trae nada fresco al sonido de la banda. En cuanto a la letra del sencillo, trata de la vida falsa en la sociedad actual. El ser humano es, hoy en día, varias personas que cubren a un ego. El tema de la nocividad de las redes y de como nos repliegan y crean varias versiones de uno mismo no es el tema más inspirado. Una melodía tañida en un clavicémbalo abre la siguiente canción, Shoemaker. La música se mece en la voz de Floor Jansen, rompiendo dulcemente en una suave melodía en el estribillo. El viaje hacia las estrellas y su más allá, el vuelo entre el polvo, del polvo que fuimos, y el polvo convertido en pequeñas estrellas. Este tema está basado en la vida del astrogeólogo Eugene Shoemaker. Finalmente, Shakespeare cierra con un magnífico coro operístico.

“When he shall die, take him and cut him out in little stars”.

Fotograma del videoclip de Noise

    Una voz cálida habla del significado de la vida y la aceptación de la muerte. “Join the harvest of hundred fields". La segunda cara comienza con Harvest, una canción cálida y amable, con inspiración folk, que nos invita a entrar en sus doradas praderas. Es, sin duda, una de las rarezas dentro de la carrera de Nightwish, estando bastante alejada de la tónica general de la banda, incluso de canciones como The Islander (canción folk y con voz masculina del álbum de 2007 “Dark Passion Play”). La influencia de Troy se ve ampliada en esta canción, que, destacando dentro del álbum, le veo problemas de conexión con el tema anterior. Creo que este tema debería haber cerrado la segunda cara del primer disco, quedando en este orden: Pan, How's the Heart? y Harvest. La siguiente canción, Pan, suena mucho más clásica, tema por el cual creo que conecta mejor con la primera cara. Realmente, aunque es una canción buena, no aporta nada especial, y como no posee tanto gancho como como Noise, acaba siendo la más olvidada. Para finalizar, un canto de amor. Amor como expresión pura de humanidad, gentileza y altruismo. Un pequeño detalle, una balada, How's the Heart?, que apela al corazón. El coro final es uno de los momentos más bellos del álbum.

   

    Es hora de cambiar el disco. El segundo disco presenta una sola cara. Ahora da vueltas en la tornamesa y un sintetizador suena. Procession es la canción que suena ahora. Recuerda a algo. Parece que va a aparecer el estribillo de Music en cualquier momento, pero no, este tema narra una procesión de cadáveres en un planeta vacío. Ambas parten de la misma tonalidad y poseen momentos similares. Si no fuese por la existencia de Music, llegado al punto de este tema, se valoraría más. Pero ahora ya solo queda la lobreguez. La oscura introducción con la gaita Uilleann (gaita irlandesa) de Troy Donockley seguida de la batería de Kai Hahto dan paso a la mejor y más interesante pieza del disco (junto a All the Works of Nature Which Adorn the World y Endlessness), Tribal. Este es el tema más potente y metalero del álbum, pero a la par una canción completamente única. Los ritmos tribales a la par que agresivos, el solo de batería, la atmósfera tenebrosa, la potente línea de bajo, los coros tribales y la guitarra con riffs potentes y un solo breve y desquiciado crean una de las mejores piezas del álbum. Pero es hora de despedirse. El tiempo se ha acabado. Todo lo construido será devorado algún día, saqueado, y nunca habrá existido. Solo queda nadar en el negro océano del tiempo. El sonido doom y la voz de Marco Hietala crean Endlessness, el cierre perfecto para “Human”.



Extracto del libreto del álbum donde se observa al bajista Marco Hietala.

    Y aquí nos encontramos ante el tercer vinilo. Ambas caras de este disco están cubiertas por una sola pieza dividida en varios movimientos: All the Works of Nature Which Adorn the World. Parece que Nightwish, desde el álbum “Once” de 2004, se dediquen a crear un tema cada vez más largo por álbum. La primera en esta tendencia sería la magnifica Ghost Love Score (10 minutos) del disco recientemente citado. Tras esto, en “Dark Passion Play” tendríamos la que considero la mejor canción de la banda, The Poet and the Pendulum (13:54). En “Imaginaerum”, Song of Myself (13:29), que, aunque rompe la regla, no se aleja de su predecesora. En en anterior álbum, “Endless Forms Most Beautiful”, tendríamos la grandiosa The Greatest Show on Earth de 24 minutos. Pues bien, All the Works of Nature Which Adorn the World dura casi media hora. La principal diferencia que existe entre esta pieza y las anteriores es que nos encontramos ante media hora puramente instrumental (aunque con textos recitados en algún extracto).

    Vista, primer movimiento de la pieza comienza con la declamación de “Childe Harold’s Pilgrimage” de Lord Byron. La música empieza suave, con aires folk y un violonchelo como base. La influencia de las bandas sonoras en la música de la banda se hace mucho más patente aquí. The Blue trae percusiones y hace que el violonchelo tome el protagonismo. Tras la calma del primer movimiento, el segundo crea más acción y desarrollo. Estos dos primeros movimientos recuerdan a bandas sonoras de fantasía medieval como puede ser “Game of Thrones”. La música en The Green nos traslada directamente al “locus amoenus”. Moors tiene una triste melodía de gaita preciosa. En Aurorae hay un juego entre luces y sombras, tensión y alivio. La verdad es que este movimiento funcionaría bien en un videojuego. Quiet as the Snow se mantiene en la calma con susurros entre el viento. En Anthropocene, Holopainen introduce al ser humano en la naturaleza, y esto lo hace usando las canciones hurritas. Para finalizar, Ad Astra nos traslada a las estrellas junto al conocido discurso de Carl Sagan “Pale Blue Dot”.

   Tuomas Holopainen pincela musicalmente un retrato de la naturaleza. Cada movimiento es un color, un aspecto más de ese retrato. Las pinceladas son suaves. El diálogo se ha establecido entre ambas partes del álbum. Las canciones hablan del humano y las melodías de la naturaleza. Una pieza verdaderamente valiente en un álbum de música popular urbana y que, a pesar de que pueda parecer exagerada, ensalza el concepto del álbum. Raíces clásicas, influencia de bandas sonoras (hay pasajes que podrían adornar los documentales de la BBC tipo “Planet Earth”) y sonidos folk. Un bello paisaje musical.

Nightwish

    Sin duda estamos ante un gran disco, pero el mayor problema que presenta es que no termina por desarrollar todo su potencial. El desarrollo más potente de su concepto lo podrían haber convertido en el mejor álbum de la banda. Es un álbum bastante superior al anterior “Endless Forms Most Beautiful”. Sin duda este trabajo causará división entre los oyentes, pues en muchos momentos se aleja del sonido tradicional de la banda. Por otro lado, líricamente no es mejor trabajo de Tuomas Holopainen, simplemente no está a la altura de letras como la de The Poet and the Pendulum de 2007. La producción, como es costumbre, es intachable, incluyendo las orquestas y coros. Este nuevo disco es, sin duda, una escucha verdaderamente recomendada pues, sin llegar a ser una obra maestra, es un álbum excepcional.
Daniel H. Hompanera


Comentarios