La alfombra mágica a Broadway, “El Médico”

"El Médico" es una novela histórica que sigue la vida de Rob Cole, un huérfano en la Inglaterra del siglo XI que se convierte en aprendiz de un barbero-cirujano local. Después de descubrir que su habilidad para detectar enfermedades puede salvar vidas, decide viajar a Persia para estudiar medicina. Allí, se convierte en discípulo de Ibn Sina, un médico famoso, y aprende sobre la anatomía, la cirugía y la filosofía. Con el tiempo, Rob regresa a Inglaterra y utiliza sus conocimientos para ayudar a la gente y luchar contra la peste bubónica.

El best-seller de Noah Gordon en 1986 ha sido adaptado al teatro musical por Iván Macías y Félix Amador y ha conseguido cautivar a miles de personas tanto en sus primeras actuaciones en 2018 como después de la pandemia con una gira a nivel nacional. No solo se puede escuchar dicha música en las salas de teatro, sino también en las diversas plataformas digitales, donde ha sido registrada una versión completa interpretada por la “London Symphony Orchestra”. Se trata de una propuesta innovadora desde hace años en el panorama del teatro musical en España, pues por primera vez se ha realizado una obra original basada en una novela mundialmente conocida en castellano, de la cual se podrá (o no) realizar una nueva gira que salga de nuestras fronteras y se dé a conocer internacionalmente.

            A día de hoy, la producción encabeza la taquilla del Teatro Principal de la capital aragonesa hasta el 26 de febrero, y tan solo quedan unos pocos destinos más para acabar con esta gira que se inició el pasado año. Ya son diversos los críticos que han acudido a visualizar la obra, así como diferentes artículos de prensa han escrito sobre “El Médico”. En todos ellos, abundan los elogios a la compañía y la producción, pero ¿es oro todo lo que reluce en este espectáculo?

            Desde un punto de vista del vestuario y la escenografía, “El Médico” ha recibido múltiples y acertadas alabanzas pues sin lugar a duda consigue transportar al espectador al oriente medio, no solo exponiendo en escena unas telas con colores ocres, morados tenues y utilizando el dorado para simbolizar poder, sino también usando inteligentemente un vestuario donde no hace falta pensar dos veces el estatus social o la ideología religiosa de los diversos personajes, sus hábitos hablan por si solos. 


El espectáculo cuenta con una escena adaptable para todos los espacios y teatros por los que van realizando las funciones y cuidan hasta el más minucioso detalle. El carruaje del barbero, el uso de una pantalla en la zona trasera del escenario para simular paisajes y movimiento, el juego de tenderetes y columnas que transportan al espectador de una ciudad a otra, el juego de división de escenario para simular escenas simultáneas en espacios distintos… realmente es maravilloso como se trata dicha escenografía que mantiene activo a todo aquel que está observando.

Desde un punto de vista musical creo conveniente resaltar diversas cuestiones. “El Médico” el musical no hará al espectador salir del teatro recordando las canciones que han ido escuchando a lo largo de las tres horas de función. La melodía, salvo en precisas ocasiones, no sigue un patrón intuitivo, por lo que dificulta el seguimiento de las diversas escenas, pero sí que consigue sin duda asombra gracias al estilo sinfónico de la orquesta. Abundan los números de conjunto y la mezcla de un género musical con uno operístico, no solo en forma, sino también en técnica e interpretación. Las armonías que se escuchan dotan de grandilocuencia una melodía que el espectador en ocasiones pierde entre la marabunta de voces. Si hablamos de exotismo musical, Iván Macias ha logrado con creces transportarnos a Isfahán, usando pequeñas escalas y motivos musicales a la par que instrumentación de viento y percusión que resaltan durante el espectáculo más que otros instrumentos. También es interesante resaltar los juegos rítmicos a lo largo de toda la obra, pues son signos de identificación cultural.

Durante el viaje de Rob, el ritmo se transforma de uno totalmente occidental hacia los ritmos que pueden apreciarse en las danzas persas e iraníes, bailes que eran grupales y que Macias recrea en un número cómico (“Ai-Di-Di-Di-Dai”) durante el musical causando la sonrisa inevitable y el continuo asombro en el oyente gracias a la coreografía y los coros, así como con los diversos timbres instrumentales y las grandes voces del elenco.

Desde el punto de vista performativo “El Médico” es hoy en día, el espectáculo en gira por España con mayor riqueza vocal en su reparto. Cabe destacar la figura de Paco Arrojo como el Sha de Persia, cuyo personaje perverso e insaciable de poder destaca por un timbre claro y un registro agudo que explota a lo largo de toda la obra. Cristina Picos como Mary aporta una carga emocional inmensa, que va cobrando intensidad hasta llegar al punto álgido en el número solista “en la tormenta”, donde equilibra perfectamente la soledad, el desconsuelo, el miedo y el valor mientras la melodía conduce a Mary por un continuo crescendo hasta llegar al súbito silencio; la interpretación de Cristina Picos deja enmudecida a toda la audiencia. También es conveniente destacar la interpretación de Beatriz de Teresa, que interpreta la versión joven de Rob. Finalmente, Guido Balzaretti como Rob, Alberto Vázquez como Avicena y todo el cuerpo de baile y coro dotan al espectáculo de unas voces y coreografías dignas de presenciar.

Finalmente, “El Médico” es un musical a gran escala, con capacidad para una proyección internacional. Por todo lo expuesto, recomiendo encarecidamente al lector que acuda al teatro a visualizar un musical que explota los recursos sinfónicos, vocales y escenográficos, les invito a que se dejen emocionar y cautivar atravesando las puertas del teatro para trasladarse a Oriente Medio.


Posibles páginas de interés previas a la visualización del espectáculo:

Página oficial de “El Médico”.

Artículo de interés sobre el musical.

Vídeo promoción en Instagram

Alonso Gabarrus

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