El disco
Flamenco-jazz de Pedro Iturralde fue un hito en la historia de la música
española debido a la innovación que realizó al unir dos géneros que hasta ese
entonces no habían estado tan relacionados como los son el flamenco y el jazz.
El disco fue grabado en 1967 en Berlín por el propio Pedro Iturralde acompañado
de sus músicos de siempre: Erich Peter al bajo, Peer Wyboris a la batería, Pau
Grassl al piano, Tino Piana al trombón y por último un jovencísimo Paco De Lucía
que este disco todavía firmaba como Paco de Algeciras.
El disco está
formado únicamente por cuatro temas, uno propio del Pedro Iturralde, otras dos
que son unas adaptaciones del maestro Manuel de Falla y por último un arreglo
realizado por Pedro Iturralde de una canción popular. Aunque el disco pueda
parecer muy corto debido a que solo tiene cuatro pistas alguna de ellas supera
los diez minutos de duración, haciendo que así el disco no se quede escueto a
al escucharlo.
La primera
pista es la llamada “Veleta” de tu viento y es una versión de una soleá y
comienza con una introducción muy amplia que se va trasformando lentamente en
un compás de solea donde brillan los solos de saxofón. La segunda pista es “El
Vito”, donde hay un gran protagonismo de Paco de Lucía debido a que él solo
lleva casi todo el peso de mantener el tempo y compás correcto, al igual que en
el anterior destacan los solos virtuosísticos de los instrumentos. La tercera
pieza es “Canciones de las penas de amor” y es una versión de Falla que al
inicio suena mucho más a flamenco tradicional, aunque se va trasformando a lo
largo de la pieza. Por último, está Canción del fuego fatuo, la que quizás
tenga la melodía más conocida y destaca porque el en esta quizás al contrario
que las demás tiene un rimo mucho más parecido al jazz, pero en cambio los
solos instrumentales recuerden mucho más al flamenco
Un sonido totalmente distinto
El sonido conseguido en este disco es algo que nunca
antes se había escuchado, quizás lo primero es pensar que el disco acabaría
sonando cercano a uno de los estilos que fusiona con un toque leve del otro
estilo, pero Pedro Iturralde consiguió crear un sonido unificado que encuentra
a la perfección lo que buscaba, que no sonase ni a flamenco ni a jazz sino a
flamenco-jazz. El protagonismo del saxofón y de la guitarra española unido a
cosas como la improvisación instrumental, la rítmica flamenca y la libertad
musical de todos los músicos son los que ayudan a generar ese sonido único. La
idea de ni querer encajar con ningún estilo en general sino querer crear uno
nuevo hace que este disco sea una fusión real.
El papel clave de Paco de Lucia
Detrás del propio creador del disco, Paco de Lucía es
quizás la pieza clave de este disco y es que es el quien añade el tono flamenco
al disco, y para llegar al sonido anteriormente mencionado fue clave que Paco
de Lucia no intentase sonar a músico de jazz, sino que hiciese lo que mejor se
le da, que es sonar a flamenco y esto lo adapta a la perfección con un quinteto
clásico de jazz haciendo así que su guitarra sea el puente entre los dos mundos
musicales que se quieren fusionar. Quizás el tema El Vito es en el que más se
marque todo lo que hace Paco de Lucia en el disco ya que aquí lleva tanto el
peso melódico como rítmico de la canción.
En resumen, su aportación para este disco fue clave
para la creación del mismo y así mismo clave para la evolución de la música
española ya que esto marco el comienzo a la experimentación del propio Paco
hacía géneros musicales totalmente distintos al flamenco y esto se vería en
toda su obra futura donde la fusión está siempre a la orden del día.
Este disco no se siente como un intento experimental más
de crear algo raro y distinto, sino que fue algo que generó un sonido
totalmente nuevo y por lo tanto tuvo gran impacto en la música a nivel mundial,
pero sobre todo en el flamenco donde músicos como Camarón, Tomatito y el propio
Paco de Lucia entre otros acabarían utilizando el lenguaje del jazz y de la música
moderna en su flamenco.
En conclusión, Flamenco-Jazz es un disco adelantado a
su tiempo ya que fue concebido en una época en la que la música española está
muy atada a lo tradicional y nacional evitando casi cualquier influencia del
exterior marcando así un antes y un después en el lenguaje musical de España.
David García
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