SANTERO Y LOS MUCHACHOS: UNA VELADA DE «ROCK REPOSADO»

Portada del LP «Una Noche en Les Arts»

Quién es Santero y quiénes son los muchachos

Este grupo valenciano está compuesto por músicos con largas trayectorias y con un objetivo, dar un lugar a las composiciones de Miguel Ángel Escrivá, voz y alma del grupo, que no entraban dentro de La Pulquería, su anterior banda. Con esta idea desarrolla su «Rock Reposado» y que ya va por su tercer álbum de estudio y cuenta con un LP de su último proyecto de directo Una noche en…

Miembros de Santero y Los Muchachos con Miguel Ángel Escrivá en el centro

El grupo está compuesto por Miguel Ángel Escrivá, como ya he mencionado la voz y quién guía el proyecto, su hermano Josemán Escrivá y Soni Artal. Esta agrupación (Miguel Ángel, Josemán y Soni) forman Santero, palabra proveniente de un cartel que leyó un día Miguel Ángel. Santero viene de hacer santos, y les gustaba la idea de hacer referencia a tres tipos (la trinidad), aunque ellos no fueran especialmente creyentes. Los Muchachos son el hermano de Miguel Ángel y Josemán, Javier, que se encarga de piano y percusión, y Pau García Serra, batería de la banda.

El «Rock Reposado», nueva etiqueta que suena conocida

El «Rock Reposado» apuesta por un estilo más crudo, con melodías elegantes y sonidos sencillos, cargado de armonías vocales y sonidos que recuerdan aun rock clásico, country y blues, con letras profundas y crudas, un estilo muchas veces hablado con estribillos melódicos de gran profundidad. Aunque podemos no haber escuchado esta etiqueta de «reposado», al escucharlo nos resulta familiar. Esa mezcla de estilo y la profundidad de sus letras hacen que nos penetre por nuestros oídos como si llevásemos toda la vida escuchándolo.

Su propuesta de directo: Una noche en…

Santero ha apostado por crear un directo muy trabajado, pensando no solo en música, sino en mucha escenografía que crea un ambiente único. El directo está orientado no para salas de concierto, sino para auditorios o teatros pues, ir a este concierto, es parecido a ver una obra de teatro. En mi caso tuve la oportunidad de visitar esta propuesta en el Teatro Zorrilla de Valladolid, el siete de marzo del 2025.

Extracto de Youtube que muestra el concierto en directo de Les Arts, en este caso con sección de vientos y percusión, sin la barra de bar


Si la ubicación no daba pistas, en cuanto se ve la preparación del escenario, se siente como una taberna muy cálida, con una barra de bar situada en el centro del escenario (que más tarde mencionan como la han construido ellos mismos). Esto te sitúa en un ambiente que se completa con la manera en la que los integrantes son iluminados por unos focos individuales que, junto a unas alfombras individuales y circulares a sus pies, marcan el sitio de cada uno de manera cenital, como se aprecia en la portada del disco. Además, la indumentaria de los integrantes, elegante, de traje con flecos y algún detalle más que nos da ese ambiente country mezclado con el blues clásico. Ya desde el primer momento que apreciamos esto y como transcurre el concierto, hace que se vea claro el nivel de los músicos. Estos denotan una larga trayectoria y mucho trabajo. El proyecto se aprecia trabajado, con las luces, posición y desarrollo en el escenario. Este trabajo hace sentir cómodo y agradecido al espectador. Incluso me parece de recalcar como, al inicio de una canción que requiere que la guitarra cambie de afinación, tras equivocarse con esta y darse cuenta al comenzar, la manera de solucionarlo con un toque humorístico y casi sin ser perceptible para el público si no lo hubieran mencionado los propios músicos, hubiera parecido una broma preparada. Estos detalles dan todavía más razones para pensar que hay nivel, además de la cercanía que se sentía en todo momento. Durante todo el concierto se van intercambiando instrumentos: el teclista toca percusiones, teclados y bajo eléctrico; ambos guitarristas cambian de guitarras y tienen diferentes afinaciones y juegos de pedales; el cantante toca mayoritariamente el bajo mientras canta, pero también la pandereta o la guitarra; el batería es el único que no cambia y, aunque no cuente con micrófono para la voz, se le puede ver cantar todas las canciones con pasión mientras toca. Todos estos cambios se sienten muy fluidos y trabajados, siempre manteniendo continuidad y siendo incluso imperceptibles.

Fue un momento a destacar cuando quisieron hacer un regalo a las primeras personas en comprar entradas para el concierto, estos fueron subidos al escenario e invitados a una copa que sirvió el teclista en la barra de bar mencionada. Pudieron disfrutar desde esa barra y mientras se tomaban su copa rodeados de la banda, de uno de sus temas. Me pareció, y se sintió, como un regalo muy especial que recalca el sentimiento de agradecimiento general que se respiraba en el teatro.

Concierto de Santero y los Muchachos en Valladolid el 7 de marzo de 2025, publicado por la propia banda

Interpretaron los mejores temas de sus tres álbumes y en especial a destacar la versión de «El día de los muertos», recordando a su etapa en La Pulquería con este tema en una versión «reposada» llena de nostalgia. Otro momento fue «Octubre», tema sello de la banda que se tuvo que explicar antes de tocar debido a la situación que estaba viviendo Valencia, su ciudad natal, tras la catástrofe natural que la devastaba y donde la canción, originalmente escrita con un sentimiento de felicidad, se convertía en un significado profundo y entristecedor. Aun así, Miguel Ángel lanza un mensaje de esperanza y cariño hacia su tierra. Por esto, se interpreto en solitario guitarra y voz, una versión intima que llegaba hasta el corazón y fue, como era de esperar, muy aplaudida.

Los últimos temas fueron en pie, por petición de la banda. Querían acabar con la gente bailando, un poco tedioso pues algunas personas del público quisieron acercarse al escenario y la seguridad del teatro se vio obligada a pedir que cada uno permaneciera en su asiento, aunque fuera levantado, supongo que por seguridad no se puede estar en los pasillos. La velada terminó con «Sherif», una canción de su último disco, tras un agradecimiento y recuerdo de la última vez que estuvieron en Valladolid, reconocieron caras entre el público y agradecieron su asistencia. Por último, recordaron que se quedarían en la puerta del teatro, junto a sus productos (camisetas, bolsas, gorras, discos, etc.) y hablarían con todo el que quisiera. Efectivamente lo hicieron, demostrando una vez más el compromiso y la cercanía de la banda.

Tuve la oportunidad de ver a Santero y los Muchachos en esta misma ciudad, Valladolid, en la sala Desierto Rojo, un bar muy pequeño, entonces serían unas 40 personas, fue un concierto también muy cercano y el sentimiento de agradecimiento fue exactamente igual. Es de apreciar como se ha cambiado el formato, muy trabajado y preparado, dando lo mejor que pueden, pero sin perder su esencia cercana y agradecida.


Santero y los Muchachos tras finalizar uno de sus conciertos



Martín Las Heras Alonso




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