Shadow
of a Man, una de las catorce canciones que conforman el octavo
álbum de estudio de Lady Gaga, lanzado el 7 de marzo de este año, ha superado
los veintidós millones de reproducciones en Spotify, generando un impacto
interesante entre los internautas.
Se
trata de una canción de pop experimental, con una base electrónica que
incorpora una fuerte presencia de sintetizadores, dándole también un toque de dance-pop.
Al inicio de la canción, se destacan dos protagonistas: el ritmo, con una
percusión sutil y suave, minimalista, y un bajo sintético y pesado que hace
imposible no mover la cabeza al compás del beat; y la poderosa voz de la misma
Lady Gaga.
Conforme
avanza la canción, van apareciendo más elementos sintetizados, y el
instrumental crece, haciendo que el beat llegue a todo tu cuerpo y se adentre
en lo más profundo de tu mente, generando un incremento emocional y una
sensación de éxtasis hacia el final.
Sin
duda, es una canción que se siente en todo el cuerpo. Pero ¿quién diría que una
pieza tan bailable y llena de energía podría tratar temas tan profundos como la
identidad y el sentimiento de vulnerabilidad? Y no está de más decir que estos polos
encajan perfectamente, ya que, de alguna manera, ese impulso insaciable por
bailar al ritmo de la música también incita a liberarse de lo que nos pesa,
ayudando a superar la vulnerabilidad de la que habla la letra.
La
canción fue todo un éxito en las redes, pero hay un aspecto interesante que
vale la pena destacar: la asociación que se ha hecho en internet entre Lady
Gaga (en esta canción) y Michael Jackson. He aqui unos ejemplos de ello:
@kosemsolace en TikTok
@omarmo648 en TikTok
@aleishysteria en TikTok
Es
fácil entender por qué surge esta conexión. La canción de Lady Gaga está
profundamente influenciada por un pop sintético y bailable, un dance-pop
que, combinado con el timbre único de su voz, crea una atmósfera energética y
vibrante. La producción, cargada de sintetizadores y beats electrónicos,
recuerda el estilo de Michael Jackson.
Además,
es importante la voz de Lady Gaga aquí, ya que juega con las dinámicas a lo
largo de la canción, lo que se convierte en un elemento esencial que contribuye
a la atmósfera de la pieza. Un momento destacado de esta técnica se da en el
pre-coro, donde se percibe un pequeño vibrato en su voz que va intensificándose
a medida que la canción avanza. Este recurso hace que cada pre-coro siguiente
sea más enérgico y emotivo que el anterior.
Y
es cierto, si cerramos los ojos y escuchamos Shadow of a Man, es
imposible no imaginar a Michael Jackson bailando y cantando. No podemos hacer
otra cosa que agradecer a Lady Gaga por traer a la vida, aunque sea por breves
segundos, a una de las leyendas más grandes del pop.
Abigail Zarza
Comentarios
Publicar un comentario