No es la primera vez que Beyoncé lanza un álbum casi sorpresa (sin publicidad direccionada, sería la expresión correcta) al que adjunta material audiovisual. Esto es lo que hizo en su disco anterior. Pero el punto de divergencia del nuevo trabajo es la postura de la cantante que, finalmente, muestra un claro posicionamiento activista en sus composiciones. Aunque podríamos decir que esto era un poco previsible, ya que en su muy comentada presentación en 2013, en la superbowl, la palabra “feminist” aparecía gigante detrás de su silueta con el mismo color y tipografía de la portada de su álbum de entonces.
En Lemonade, título de este nuevo trabajo, Beyoncé incorpora esa postura a una esfera mayor. Desde el lanzamiento temprano del videoclip de “Formation”, donde la Queen Be (como la llaman sus fans), habla acerca del racismo y invisibilidad de la población negra en los Estados Unidos. Con una interpretación vocal agresiva, la letra grita sobre New Orleans, la apropiación cultural y la aceptación de sus aspectos negros, por medio de la valoración de los pelos afros y de la danza.
El disco cuenta con participaciones de grandes músicos en sus pistas más relevantes y diversificadas del estilo “clásico” de la cantante. Pero “Pray you catch me”,“Sandcastles”, “Foward”, “All night” y “Sorry” son baladas típicas escuchadas en diversos álbumes anteriores. La estrategia es una canción lenta y otra agitada. De doce pistas en diez caminamos en medio a un conflicto amoroso.
Algunas canciones tienen un aire casi cinematográfico como en “Hold Up” cuya extrañeza de los acordes pizzicatos recuerdan el tema de Thomas Newman para American Beauty o en “Daddy Lessons” cuyas instrumentación activa en nuestro imaginario la imagen de antiguas canciones negras de pequeños pueblos norteamericanos.
“Don’t Hurt Yourself” y “6 inchs” tienen participación del músico de rock Jack White y del cantante de pop The Weeknd respectivamente. Las dos son tan divergente que si no fuiste el mismo tema narrado no haría sentido que estén en lo mismo disco. La primera, sobretudo, tiene muchas características de proyectos de White, como los efectos en las voces.
“Freedom” dialoga con Formation en la cuestión de la identidad negra junto, a Kendric Lamar, conocido por hablar de estas temáticas en su canciones. Al fondo escuchamos un órgano y corales a la manera celebraciones gospel mezclados con la batida hip hop. También es donde el nombre del álbum es citado por la primera vez. En la época de la esclavitud los negros creían que poner limonada en su cuerpo haría la piel blanca, entonces cuando cantan: “fuiste servido limones pero hiciste una limonada” es más que una simples referencia, una denuncia de la propia condición de la cantante que siempre encajó en padrones mediáticos mayoritariamente blancos.
“All night” es la canción que pone un fin a nuestro personaje en conflicto con su amado. Se encuentra después de “ Freedom” solamente para completar el juego de contrastes entre temas rítmicos y lentos, osea, más de lol mismo.
Así, en esta limonada vemos una faceta de la cantante que dialoga con su antigua sonoridad y abre espacio para una nueva fase en la figura “Beyoncé”. Aunque protegida por la industria y con un discurso un tanto problemático, que cree en meritocracia y asocia la libertad con el consumo y la materialidad, cambios y actos performativos como el conjunto presentado en Lemonade representan una pequeña fuerza rebelde en la lógica, sobre todo viniendo de una cantante con tamaña influencia. Y así con su “formación” la cantante dio visibilidad a un discurso de minorías.
NP
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