Concierto
de Travis Scott en Fortnite: Astronomical.
El
pasado 24 de abril el trapero estadounidense Travis Scott congregó a 12,3
millones de asistentes en el concierto presencial más flipante de todos
los tiempos. Pincha para ver el concierto grabado.
Las
autoridades prohibieron los conciertos donde el público es de carne y hueso,
pero no dijeron nada de acudir con tu alter ego en corporalidad como
combinación de ceros y unos. El coronavirus ha revalorizado toda empresa de
entretenimiento virtual, y los conciertos del todo poderoso Fortnite
deslumbran como anillo en dedo, convirtiendo los conciertos streaming en
meras historias de Instagram.
Instantánea del evento, alter ego volando en la estratosfera mientras Scott canta encima de un planeta (Epic Games) |
Para
los despistados o los que ignoran la cultura joven de hoy, Fortnite es
el videojuego más exitoso de los últimos dos años creando un auténtico fenómeno
de masas. Posee distintos modos de juego, pero el de mayor popularidad es una
batalla en la que tienes que liquidar a todos tus contrincantes dentro de una
estética original y colorida cercana a los dibujos animados, que enmascaran una
moral de violencia.
En
febrero del año pasado el Dj Marshmello logró la barbaridad de 10,7 millones de
espectadores. Pero Travis Scott reunió a 12,3 millones dentro del juego y otros
3 millones, de retransmisiones en vivo del evento desde Youtube y Twitch,
en su primer concierto de los 5 que se realizaron. Era el 25 de abril y esa
noche a las 00:00 era su última reproducción, por lo que no tardé en hacerme
cuenta en Fortnite para no perdérmelo. Una de las razones de su
viralización es que puedes jugar gratis desde prácticamente cualquier
dispositivo con pantalla,
pero tranquilo, ya te irán sutilmente creando la necesidad innecesaria de donar
dinero a tan buena causa.
Travis Scott modo carne y hueso en un concierto precoronavirus (David Wolff - Patrick/Getty Images) |
Un escenario flotante en medio de una bahía tropical está
lleno de jugadores ansiosos, cuando aparece a lo lejos un astro tuneado que se
acerca con la música. Súbitamente un cometa neón rosa implosiona volándonos a
todos por los aires y comienza a zumbar su mayor hit “Sicko mode” en
colaboración con Drake, surgiendo un Travis Scott tamaño titán que rapea
caminando sobre las aguas (con unas playeras Nike, que ya solo por la pasta del
espónsor le ha merecido la pena), por supuesto sin camiseta (de qué sirven el
gim y los tatuajes si no) cadena de oro y el estilo
casual-delincuente-millonario habitual del género. Mientras, como público
“presencial” puedes moverte "libremente" eligiendo tu perspectiva del panorama
favorita, bailar como locos con los famosos bailes tan característicos del juego o los tres movimientos que te ofrece el
evento: agitar un micrófono ardiendo, asentir la cabeza desenfrenadamente al
más puro estilo metalero (sin riesgo alguno de tortículis), o señalar como
diciendo “oh yeah lo estás petando”. Acciones bastante alienadoras al faltar la
acción de tirar tomates, abuchear o uno que nos gustaría mucho en El
Criticiclo, el gesto de apuntar unas notas para la posterior crítica.
Instantánea del evento, Scott gigante de neón (Epic Games) |
Un minuto y medio después (este es el tiempo máximo que ha
aguantado una misma canción sonando, que se debe porque es la más reclamada)
coge dos estrellas del cielo con cada mano, las junta y ¡Boom! El
apocalipsis, todo arde, cielo rojo candente precipitando lava, rayos,
meteoritos…ahora es el tema “Stargazing” y nos regalan un bono de super
velocidad y super salto, para sentir lo que en un concierto normal de trap
haría la cocaína. Después de 50 segundos, le siguen otros 4 fragmentos de
éxitos de 50 segundos, cada uno con un paisaje alucinante diferente. “Goosebumps” ft. Kendrick Lamar,
el temazo pegadizo que lo consagró, en un espectáculo de estelas coloridas de
neón; “Highest in the room” nadando en el océano mientras Travis se
hunde (en segundo plano una medusa obviamente gigante y obviamente
bioluminiscente); la segunda parte de “Sicko mode” (que parecen dos
temas completamente distintos) en el espacio exterior con constelaciones
bailongas verde fosforescente. Y por último “The scotts”, su anunciado
estreno que hizo en este concierto, en un imaginario muy atractivo donde estás
volando a toda velocidad sobre la estratosfera, para terminar el concierto
tu solo hacia el infinito (y más allá) al son melódico de sintetizador. Un
final épico para un evento epopéyico sin opción al aburrimiento en tal tormenta
de estímulos. Además de muchísimos más detalles, efectos visuales y guiños al
juego que provoca la euforia de los gamers.
Astronomical logró aunar la simbología de su último disco Astroworld del que sonaron 3 temas, y donde observamos una inversión importante en los
efectos visuales de sus videoclips que se hila perfectamente con este espectáculo
paradigma del entretenimiento del siglo XXI. Toneladas de efectos visuales
dentro de la realidad virtual del Fortnite y como gancho una estrella
del trap modo idealización extrema. Todo ello al ritmo frenético del remix de
trozos de éxitos, que se ha consolidado en el mundo de la música comercial. Es
decir, ir tomando cucharadas de azúcar en el momento exacto en que la
glucosa en sangre de la anterior baja del límite de lo eufórico.
Instantánea del evento (Epic Games) |
La
confirmación de los avances de la industria de la realidad virtual estremece en
diversos sentidos. Aunque la interacción en formato concierto es nula y las
posibilidades de acción son muy limitadas (de momento), la ilusión de
pertenecer al concierto y sentirte dueño de tus movimientos generan una experiencia vívida carente en los conciertos online. Respecto a la música de Travis, era lo único
previsible. Trap comercial de masas que ciertamente derrocha flow
callejero afroamericano. Pero se puede resumir en letras de apología a la
droga, presumir del oro y hablar de mujeres, sobre una base cuyo pilar es
marcar la subdivisión con un hi hat electrónico.
Acostumbrados
a tal frenesí, ¿este público soportaría ver un atardecer?
Antonio el Cabezón
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