Bikini Kill: música y revolución

Bikini Kill fue una banda de punk que tuvo su origen en Olympia (Washington), en 1991. Estaba formada por Kathleen Hanna (vocalista), Tobi Vail (batería), Kathi Wilcox (bajista) y Billy ‘Boredom’ Karren (guitarrista), y fue considerado el principal grupo del movimiento Riot Grrrl, no solo por ser de las primeras en tomar parte, sino también por su activa participación en la lucha.

La banda estadounidense tuvo desde el principio como objetivo principal crear música como medio de protesta, no componer simples canciones pegadizas que atrajesen a la mayor cantidad de público posible. Ellas querían que las mujeres que las siguiesen pudiesen disfrutar de la música que en principio había crecido en un panorama masculino, y sobre todo que lo hiciesen en espacios cómodos y seguros. De hecho, para Bikini Kill, la opción del punk no fue nada aleatoria, ya que no había género que se asemejase a este en cuanto a libertad de expresión y reivindicación social.

Sin embargo, no fue la única razón, ya que también se sintieron atraídas por las características musicales del punk, como los tempos rápidos, la distorsión, y sobre todo la voz gritada, de la que hicieron un uso considerable convirtiéndolo en una marca de identidad de sus canciones. Además, justo en las partes más reivindicativas, y por lo tanto más relevantes para su fin, era donde Kathleen empleaba la voz gritada, ya que lo más importantes, no solo para ellas, sino para el punk, solía ser la letra y el mensaje, y no tanto la parte musical.

Otra de las características fundamentales del punk era la estética DIY, y la banda de Kathleen no fue menos en destacarla de diferentes formas. La primera de ellas, fue con el fanzine cuyo nombre era el mismo que el del grupo. Los repartían en sus conciertos y tenían diferentes formatos. Otra manera, fue la distribución de sus discos. Bikini Kill optó desde el principio por sellos independientes, o incluso al principio por la autoproducción.

Los conciertos de Bikini Kill eran sin duda una de sus señas de identidad, rebosaban autenticidad y rebeldía. El ambiente que ellas eran capaces de crear no se podía capturar en una simple de grabación. En el ámbito musical, Kathleen era idónea para cantar las canciones más furiosas con la voz más gritada, y canciones más tranquilas con una voz más irónica y calmada, y eso hacía que el público no desconectase en ningún momento de sus actuaciones. Además, en repetidas ocasiones, pasaban el micrófono por el público para que otras mujeres pudiesen expresarse y protestar ante alguna agresión sufrida en el pasado, pudiendo sentirse acogidas entre las demás. Incluso en algunos conciertos en los que había hombres molestando a chicas, Kathleen bajó del escenario para echarles del recinto.

El sonido en Bikini Kill era una de sus cualidades fundamentales, pero lo más característico y sobresaliente sin duda, eran sus letras. Hablaban sin ningún tipo de tapujos sobre temas considerados tabú en la sociedad, como el acoso sexual o los trastornos alimenticios.

En conclusión, y desde mi punto de vista, está claro que uno de los mejores medios para llevar a cabo protestas sociales siempre ha sido la música, y gracias a ello, Bikini Kill consiguió ser fundamental en la lucha feminista. Bikini Kill, y sobre todo su famosa e icónica canción ``Rebel Girl´´ siguen aún presentes en la actualidad en series y películas como Moxie, y Mixte, con temática juvenil y feminista; y en versiones en actuaciones actuales como la de Miley Cyrus en la Super Bowl de 2021.

Por ello, no debemos dejar que artistas como las Bikini Kill y su música caigan en el olvido; debemos luchar por su pervivencia en el tiempo como un grupo que hizo historia a través de la reivindicación.

Por Alicia Santiago Vicente