Ennio
Morricone es uno de esos hombres que a lo largo de su vida ha llevado a cabo la
creación de grandes bandas sonoras cuyas notas son recordadas como, por ejemplo,
el famoso tema que interpreta el padre Gabriel (Jeremy Irons) con el oboe
delante de los indígenas en la película de The Mission la escena en la
que Jill McBain (Claudia Cardinale) llega a la estación de Flagstone y descubre
que nadie ha ido a buscarla pero cuando llega a su casa sabrá el porqué, en el
film C’era una volta il west.
Alessandro
de Rosa, biógrafo del músico, le preguntó sobre el momento en que supo que
quería ser compositor, a lo que Morricone le respondió: «He de reconocer
que no. Fue un proceso gradual. […] Pero mi padre, Mario, trompista de
profesión, no pensaba como yo. […] Me matriculé en el conservatorio, en el
curso de trompeta, y solo al cabo de unos años llegué a la composición: terminé
con brillantez el curso de armonía y los profesores me aconsejaron que cogiera
ese camino». Gracias a esos profesores, Morricone tras finalizar en el
conservatorio, trabajó primero como arreglista y director de orquesta en el
campo discográfico; después como compositor para el teatro, la radio, la
televisión y el cine.
Tras
visionar en el cine la nueva película, realizada por Giuseppe Tornatore, Ennio, el maestro, donde habla desde sus comienzos compositivos hasta el rechazo
que sufrió por parte de los compositores que salieron de la escuela de su
maestro, el compositor Goffredo Petrassi. Me sorprendió que alguna música que
había escuchado a lo largo de los años la hubiera compuesto él como, por
ejemplo, Abbronzatissima, Il mondo o Sapore di sale,
debido a que, en sus primeros años y gracias a su adorada esposa Maria,
consiguió un contrato en la RCA Italiana y donde llevó a cabo creaciones y
arreglos para los artistas italianos que estaban de moda entre los que se
encuentran Edoardo Vianello, Gino Paoli o Jimmy Fontana, entre muchos más.
Antes he citado a su amada mujer, que es fundamental en la carrera del maestro ya que, en la biografía, Alessandro de Rosa le pregunta si la primera que juzga un tema es de verdad que su esposa Maria, a lo que Morricone responde:
Sí. A veces los directores elegían las peores piezas de las que proponía. Después, yo tenía que rescatarlas como podía […]. Comprendí que debía hacer que escucharan solo las buenas. Entonces se me ocurrió un método: empecé a llamar a mi mujer para que escuchara todos los temas. Ella me daba su opinión: «Quédate con este, desecha este otro, Ennio. De nada». No tiene conocimiento técnico de la música, pero tiene el mismo instinto que el público. Y es sumamente severa. Problema resuelto: desde que los escucha Maria, los directores pueden elegir solo entre las piezas que previamente ha aprobado ella.
Esto sirve para evidenciar cómo Maria fue la “encargada” de que numerosas piezas que estaban en el cajón cobraran vida en las salas de cine permitiendo que algunas conformen las bandas sonoras que hoy en día recordamos y me gustaría destacar, de entre todas sus composiciones, aquellas que bajo mi punto de vista merecen una consideración especial.
En
primer lugar, la colaboración que hizo con Sergio Leone. Habían pasado treinta
años desde la última vez que se vieron, cuando ambos estudiaban en el mismo
colegio durante su infancia; su relación fue musicalmente extensa. Me gustaría
destacar la película Once Upon a Time in America, cuyo trabajo musical
hizo que consiguiera de nuevo el reconocimiento de sus excompañeros del
conservatorio, pero no en los Óscars, lo que provocó que alguna mano no
incluyera su nombre en los créditos finales haciendo que no tuviera la
oportunidad de alzarse con la estatuilla. Hay mucha gente que ha clasificado
esta banda sonora como una de las mejores en la historia del cine, e incluso
Ennio llegó a decir que era la mejor obra creada por su amigo. Esta composición
sigue la propia estructura de la película, basada en continuos flashbacks
permitiendo al espectador seguir con claridad la extensa y dilatada historia.
En
segundo lugar, deseo destacar la colaboración con Giuseppe Tornatore y su Nuovo Cinema Paradiso. Este filme es, para mí, una de la más bellas músicas de
Ennio, donde abandonó la composición de los temas para la película Gringo
viejo (1989) con Jane Fonda y Gregory Peck, y que tras leer el guion de
Tornatore el compositor dijo:
Al leer la escena final de los
besos, caí rendido a su película. […] Aquella escena me impactó muchísimo ya en
la página escrita. Cuando vi cómo la había realizado Tornatore en la pantalla,
confirmé la primera impresión que había tenido de su valía […] Narrar la
historia del cine a través de los besos censurados por un cura de pueblo me
pareció una idea fantástica. […] Preparé enseguida el tema del cine: Nuovo
Cinema Paradiso.
Es curioso que la música de dicha escena, y la del momento en el que Salvatore di Vita “Toto” (Jacques Perrin) entra en la habitación de su infancia, fuera compuesta por su hijo Andrea Morricone, mientras era alumno del conservatorio, y donde su padre solo realizó unos pequeños cambios ya que era una linda música haciendo que acabaran los dos, padre e hijo, firmando la película.
Ennio Morricone ha escrito cuatrocientas cincuenta bandas sonoras y unas cien obras de «música absoluta». Todo esto hizo que tuviera numerosos premios y reconocimientos como dos premios Grammy, tres Globos de Oro, cinco BAFTA y diez David de Donatello. En el año 2006 le llegó el Óscar honorífico a toda una trayectoria, pero diez años después, gracias a Quentin Tarantino, obtuvo su primer Óscar a la mejor banda sonora por la película The Hateful Eight.
El último reconocimiento le llegó el 5 de junio del 2020, donde el jurado perteneciente al Premio Princesa de Asturias de las Artes le otorgó dicho galardón junto al compositor norteamericano John Williams. Morricone tras conocer la noticia declaró:
He elegido escribir música como una forma de comunicación. La música, de hecho, sin que haya nadie que la escuche, no tiene sentido. He trabajado toda la vida tratando de mejorar, intentando no estar nunca parado, de no sentarme jamás y mirar hacia atrás, a todo lo que he hecho. […] Hoy es un día para reflexionar y pensar en el camino recorrido, sentir con humildad y gratitud que, quizá durante mi trabajo, he sido capaz de llegar a las personas y compartir con ellas la experiencia única que es la música […] Estaré feliz y honrado de conocerlos el 16 de octubre.
Pero tristemente, debido a unas complicaciones tras sufrir una caída en su casa de Roma, falleció el 6 de julio, un mes y un día después de haber sido galardonado por el Princesa de Asturias; no obstante, a la entrega de premios acudió su hijo Andrea Morricone, donde en la ceremonia se le homenajeó con la interpretación del tema de Deborah, citada anteriormente, cuyas notas llegaron seguramente allá donde él estuviera.
v Todas
las citas que he ido mostrando, salvo la del discurso por el Premio Princesa de
Asturias, han sido extraídas de la biografía titulada En
busca de aquel sonido: Mi música, mi vida sobre unas
conversaciones que tuvieron Ennio Morricone y Alessandro de Rosa.
Por Miguel Ángel González Hoyos
Me ha encantado Miguel!! Tiene una cantidad de anécdotas y curiosidades que no conocía.
ResponderEliminarTengo que decirte que es uno de mis compositores favoritos su sello romántico Italiano absolutamente reconocible. Es Verdi en el cine. Bravo me ha gustado mucho ❤️❤️😘