Sustituyendo el reparto de “gasolina” por el reparto de fe: el padre del reguetón da un giro de 365º a su carrera musical
Si mencionamos títulos cono “Gasolina”, “Limbo” o “Despacito” pensamos en el padre del reguetón por excelencia: Daddy Yankee, un hombre que ha cosechado un impresionante número de éxitos a lo largo de toda su carrera. Desde sus inicios en 1995 ha sido muy popular en la industria de la música, en especial en el género reguetonero. Su trayectoria como solista alcanzó el cénit a partir de 1999 con varios LP y sencillos que siempre fueron muy sonados, fundamentalmente en Hispanoamérica. Llevó a cabo numerosas colaboraciones con artistas también conocidos como Nicky Jam, y aunque ambos se centraron en sus carreras en solitario, produjeron también varios temas que les aportaron gran popularidad.
Todos conocemos o al menos hemos escuchado canciones de Daddy Yankee. En España empezó a popularizarse desde el tema de Gasolina lanzado en 2004, que pertenece al álbum Barrio fino, donde encontramos otro tipo de canciones como Dale caliente y Lo que pasó, pasó, que, gracias a sus títulos, no esperamos que hablen de experiencias especialmente románticas, sino más bien todo lo contrario. Provocan así dos cosas: la primera, crear una figura y esencia que acompañaría al rey del reguetón por el resto de su vida muy vinculada a letras y canciones muy explícitas sobre el amor más carnal y pasional; la segunda, una revolución musical del mismo género que nos acompaña hasta la actualidad, dejando un legado musical muy potente.
Durante años, Daddy Yankee ha sido y es un referente en el mundo del reguetón, pues su música ha aportado al género algo muy característico: ritmos latinos y el lema de vida “fuma, ríe y bebe que la vida es breve” (en su versión más suave). Esto mismo ha dado fama a muchos artistas inspirados por esta ideología y estilo de vida…. Hasta la fecha.
El artista anunció en diciembre del 2023 su retirada de los escenarios haciendo público que este giro se debía a un cambio, o, mejor dicho, a un vuelco en su vida. El anuncio del puertorriqueño fue realizado por él mismo al final de uno de sus últimos conciertos; pero, a pesar de sus muchos éxitos, confesó sentirse vacío y por ello se dedujo que buscaba ese cambio de vida. Sin embargo, todas esas dudas del por qué o cuál iba a ser ese vuelco, han sido derribadas por completo.
Hace apenas unos pocos días, concretamente el 29 de marzo, el artista subió a las plataformas de YouTube, así como Spotify y derivados, una canción titulada “Donante de sangre”, un tema totalmente volcado en la religión cristiana con admiración, así como a la gratitud hacia la figura de Dios Padre de una forma muy devota. Esto ha sorprendido a muchísimas personas (entre las cuales me incluyo) pues con una base de trap y un rap bañado en versos originales, Daddy Yankee ha creado un tema muy actual con una letra para nada vinculada a la imagen como artista que se forjó durante años en el pasado, pues predica (y nunca mejor dicho) la palabra de ese Dios cristiano y cómo ésta ha supuesto su salvación.
Este cambio tan radical ha sido aplaudido por muchos hasta el punto de tildarle como un auténtico predicador de la palabra de Dios, e incluso como un hombre nuevo guiado por la palabra del Señor para traer su mensaje a la tierra a través de la música. Aparte de este fanatismo, lo primero que se podría es el lanzamiento de esta epifanía como marketing porque, guste o no guste, está claro que un cambio así de radical llama mucho la atención y esto puede generar (y ha generado) mucha expectación y visitas en todas las plataformas del cantante, desde redes sociales hasta plataformas en streamming. En este caso tendremos que fiarnos de la palabra que el propio artista nos brinda porque en su tema no deja de repetir en reiteradas ocasiones, con distintas palabras, que su conversión es totalmente veraz, que no teme a Dios y que es un hombre completamente nuevo, algo que solamente podríamos comprobar si conociéramos realmente al artista. Por el momento lo único que se puede hacer es creer en las palabras que él mismo afirma.
El puertorriqueño no ha dudado en usar su tema como un “zas en la boca” a todos aquellos que lo tildaron de ser un satánico, una persona que no salvaría jamás su alma por el pasado que le antecede y que él mismo creó, especialmente por la fama y el dinero; pero además Daddy Yankee acusa de hipócritas a otras personas que en su día lo juzgaron cuando ellos hacían lo mismo. Sin embargo, no dijo Jesús: “¿No juzguéis y no seréis juzgados?” entonces, ¿Por qué el “Rey del reguetón” hace lo mismo que le hicieron a él? Eso parece más un ajuste de cuentas, como si el artista hiciera este gesto por demostrar a los demás que su conversión es real ya que más que predicar con el ejemplo, por el momento, está predicando con la palabra solamente. Tal y como hizo Poncio Pilatos, este nuevo predicador se lava las manos, dejando muy claro que cada uno de nosotros podemos creerle o no, pero declara abiertamente que él se siente un hombre nuevo y siente que su vida ha cambiado porque Dios llegó a él donándole esa nueva sangre que corre ahora por sus venas, una sangre que tal y como el propio artista nos recuerda en su tema, el propio Cristo derramó por nosotros curando así su anemia espiritual.
Esto puede interpretarse de múltiples formas: marketing, una auténtica conversión a la vida espiritual a través del cristianismo e incluso, una mezcla de ambas cosas, así que viéndolo todo desde una perspectiva más empática hacia el artista, se podría decir que probablemente tenga que seguir desarrollando su aprendizaje espiritual ya que hay actos dentro del propio tema que no corresponden a su nueva identidad. Siendo realistas, es muy difícil actuar tal y como una religión nos dice que debemos actuar, por lo tanto, la mejor opción en estos momentos es darle un respirito a nuestro amigo puertorriqueño para así poder ver cómo evoluciona ahora su carrera.
Además de todo lo mencionado anteriormente, en cuanto al aspecto musical, no encontramos nada fuera de lo común en este género (trap y/o rap). Lo único destacable es el coro que acompaña la voz principal, la de Daddy Yankee. Este elemento, muy asociado a lo religioso, probablemente haya sido empleado como recurso simbólico relacionado al góspel, a los coros cristianos en las iglesias. El teclado que se escucha en ciertos momentos también puede relacionarse con este mundo espiritual.
Ya sea una conversión por una crisis existencial explícitamente declarada por él mismo, por marketing o por cualquier otro motivo, seguramente muchas personas seguirán sus pasos y cambios por redes sociales además de sus plataformas en streamming, generando así más expectación y, quién sabe, hasta puede llegar a ser una motivación para otros artistas, tanto nuevos como ya experimentados en el gremio. Lo único que nos queda es formar parte de ese grupo de consumidores expectante o bien seguir con nuestras vidas y desearle lo mejor al “Rey del reguetón”, un título que será difícil de limpiar para él.
Aida Romo Rodríguez
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